Hoy tenemos edificios mas altos y autopistas más anchas, pero temperamentos más cortos y puntos de vista más estrechos.
Gastamos más, pero disfrutamos menos.
Tenemos casas más grandes, pero familias mas chicas.
Tenemos más compromisos, pero menos tiempo. Tenemos más conocimientos, pero menos criterio. Tenemos más medicinas, pero menos salud.
Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido
nuestros valores. Hablamos mucho, amamos poco y odiamos
demasiado.
Hemos llegado a la Luna y regresamos, pero tenemos problemas
para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino. Hemos conquistado
el espacio exterior pero no el interior.
Tenemos mayores ingresos, pero menos moral....
Estos son tiempos con más libertad, pero menos alegría....
Con más comida, pero menos nutrición....
Son días que llegan dos sueldos a casa, pero aumentan los divorcios.
Son tiempo de casas más lindas, pero más hogares rotos.
Por todo esto, propongo que de hoy en adelante;
No guardes nada “Para una ocasión especial”, porque cada día que
vivas es una ocasión especial. Busca a Dios, aprende a conocerle,
lee más, siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte en las malas
hierbas.
Pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos, come tu comida
preferida, visita los sitios que ames.
La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no es solo para
sobrevivir. Usa tus copas de cristal, no guardes tu mejor perfume,
úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo.
Las frases “Uno de estos días”, “Algún día”, quitalas de tu vocabulario.
Escribamos aquella carta que pensábamos escribir, “Uno de estos días”.
Digamos hoy a nuestros familiares y amigos, cuanto los queremos.
Por eso, no retardes nada que agregaría risa y alegría a tu vida.
Cada día, hora, y minuto son especiales.... y no sabes si pudiera ser
el último...
Para ponerse a_pensar from Presentaciones PowerPoint.com
Dicen que nos convertimos en lo que pensamos todo el día. Por eso
piensa en ser feliz.
La vida no se mide por la cantidad de aire que respiras, sino por los
momentos en que tu corazón palpite fuerte: de tanto reír, de sorpresas,
de éxtasis, de felicidad y sobre todo de querer sin medida. (Picasso).
Disfruta cada minuto de tu tiempo, porque el tiempo no regresa.
Lo que vuelve es solo el arrepentimiento, de haber perdido el tiempo.
Lo que puede comprar el dinero
El dinero puede comprar una casa, pero no un hogar.
El dinero puede comprar un reloj, pero no el tiempo.
El dinero puede comprar una cama, pero no el sueño.
El dinero puede comprar un libro, pero no el conocimiento.
El dinero puede pagar un médico, pero no la salud.
El dinero puede comprar una posición, pero no el respeto.
El dinero puede comprar la sangre, pero no la vida.
El dinero puede comprar sexo, pero no el amor.
Con dinero podemos comprar una cama, pero no un sueño.
Con dinero podemos comprar libros, pero no cultura.
Con dinero podemos comprar comida, pero no apetito.
Con dinero podemos comprar adornos, pero no la belleza.
Con dinero podemos comprar una casa, pero no un hogar.
Con dinero podemos comprar medicinas pero no salud.
Con dinero podemos comprar lujos pero no simpatía.
Con dinero podemos comprar diversiones, pero no felicidad.
Con dinero podemos comprar un crucifijo, pero no un Salvador.
Con dinero podemos comprar una iglesia, pero no el cielo.
Y recuerda que lo que el dinero no puede comprar, Dios nos lo da
diariamente, sin cobrar!...
Siembra flores y cosecharás fragancia. Siembra cariño y recogerás amistad.
Siembra sonrisas y encontrarás alegría. Siembra la verdad y recibirás
confianza. Siembra amor y obtendrás felicidad.
Dicen que nos convertimos en lo que pensamos todo el día. Por eso
piensa en ser feliz.
La vida no se mide por la cantidad de aire que respiras, sino por los
momentos en que tu corazón palpite fuerte: de tanto reír, de sorpresas,
de éxtasis, de felicidad y sobre todo de querer sin medida. (Picasso).
Disfruta cada minuto de tu tiempo, porque el tiempo no regresa.
Lo que vuelve es solo el arrepentimiento, de haber perdido el tiempo.
Lo que puede comprar el dinero
El dinero puede comprar una casa, pero no un hogar.
El dinero puede comprar un reloj, pero no el tiempo.
El dinero puede comprar una cama, pero no el sueño.
El dinero puede comprar un libro, pero no el conocimiento.
El dinero puede pagar un médico, pero no la salud.
El dinero puede comprar una posición, pero no el respeto.
El dinero puede comprar la sangre, pero no la vida.
El dinero puede comprar sexo, pero no el amor.
Con dinero podemos comprar una cama, pero no un sueño.
Con dinero podemos comprar libros, pero no cultura.
Con dinero podemos comprar comida, pero no apetito.
Con dinero podemos comprar adornos, pero no la belleza.
Con dinero podemos comprar una casa, pero no un hogar.
Con dinero podemos comprar medicinas pero no salud.
Con dinero podemos comprar lujos pero no simpatía.
Con dinero podemos comprar diversiones, pero no felicidad.
Con dinero podemos comprar un crucifijo, pero no un Salvador.
Con dinero podemos comprar una iglesia, pero no el cielo.
Y recuerda que lo que el dinero no puede comprar, Dios nos lo da
diariamente, sin cobrar!...
Siembra flores y cosecharás fragancia. Siembra cariño y recogerás amistad.
Siembra sonrisas y encontrarás alegría. Siembra la verdad y recibirás
confianza. Siembra amor y obtendrás felicidad.
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