- Mi familia, ha llegado!!!
- Me encontré de pronto acompañado
- únicamente de mi esposa, sentados a
- la mesa, los dos solos. En ese instante,
- no sé de qué forma vinieron a mi mente
- mis padres.
- Cuando joven, al llegar las fiestas
- navideñas, las posadas, las reuniones
- con los amigos y demás, optaba siempre
- por asistir a estas reuniones en vez de
- pasar con mis padres. Mi padre, siempre
- quiso que toda la familia, al menos el día
- último del año, la pasáramos juntos.
- Siempre nos decía, recuerdo ahora, que
- dividiéramos las dos fechas.
- Los que ya estaban casados, pasaran
- la nochebuena en casa de sus suegros,
- y los aún solteros, con los amigos.
- Lo único que nos pedía era que el día
- último del año lo esperáramos con él
- y con mi madre ¡Nunca se lo pudimos
- cumplir !
- Mis hermanos ya casados, nunca
- pudieron.
- Siempre alegaron que estaba muy retirada
- la casa de sus respectivos domicilios, que
- era muy fría la noche, en fin, siempre
- excusas.
- Los solteros, preferimos siempre salir
- con los amigos para platicar, bailar,
- divertirnos y beber.
- ¡Siempre preferimos estar con otras
- personas, pero no con
- nuestros padres! Nuestras atenciones
- y afecto eran para otras personas.
- Una noche de diciembre, mi hermano
- mayor nos convocó a todos los demás,
- para hacernos saber, que deberíamos
- pasar más tiempo con nuestros padres,
- ya que nunca después de haberse
- casado los mayores, habían pasado
- un fin de año con ellos.
- Yo creo ahora, que mi hermano
- estaba pasando por lo mismo que
- mis padres, ya que sus hijos mayores,
- empezaban a pasar estas fechas con
- sus amigos, y él y su esposa pasaban
- ya sus dos primeras noches de fin de
- año solos.
- Todos estuvimos de acuerdo en que
- pasaríamos el 31 de diciembre de ese
- año, en casa de mis padres.
- ¡Mis padres se pusieron muy felices!
- ¡Mi padre le dijo a mi
- madre, que sacara las ollas grandes
- para preparar una gran cena!
- En la casa todo era felicidad.
- Mi padre se acercó a mí y dijo:
- Estoy muy feliz hijo,
- porque por fin voy a tener a todos
- como cuando eran pequeños, sentados
- en la mesa de la casa. Quiero ver a mi
- hijo el mayor a mi derecha y a ti a mi
- izquierda por ser el más pequeño.
- Tu madre estará en el extremo opuesto
- y tus hermanas a su derecha excepto
- tú, que estarás junto a mí. Se le
- veía tan feliz, que me dio un abrazo..
- .el cual sentí tan lleno de amor que quise
- llorar .
- ¡Todo estaba listo! Eran las 7:00 p.m.
- y les dije a mis padres que iría a
- comunicarles a mis amigos que no
- pasaría el fin de año con ellos sino
- con mi familia.
- Mi padre dijo: ¡Haces bien hijo, para que
- no te vayan a esperar!, y me dio una
- palmada en el hombro y me brindó una
- bella sonrisa.
- Cuando salí me esperaban dos de
- mis amigos a los que les comenté lo
- que habría de hacer esa noche.
- Mis amigos me dijeron, que por lo menos
- brindara con ellos antes para que así
- ellos sintieran que estaba ahí en el grupo.
- Ese brindis se alargó hasta casi antes
- de la media noche,
- tiempo en el cual, pensé muchas veces
- que en mi casa habrían de estar mis
- hermanos y hermanas con mis padres,
- ¿y yo?, acá sin cumplir lo que había
- prometido a mis hermanos sobre esa
- noche.
- Ya un tanto arrepentido por no haberme
- ido de inmediato, me retiré sin siquiera
- avisarles a mis amigos, presentía que
- me habría de recibir un buen regaño por
- parte de mis hermanos y ver el rostro de
- mis padres, enojados conmigo.
- Cuando iba llegando a casa, no
- percibí alboroto alguno de parte de mi
- familia, pensé que por estar fría la
- noche se encontrarían al interior de
- la casa con mis padres.
- Entré por la puerta de atrás para no
- ser tan obvio,
- al menos si me preguntaban diría
- que estaba dormido, así que no
- habría ningún problema.
- En verdad, ahora que lo recuerdo,
- una lágrima se desborda de mis pupilas.
- Cuando abrí la puerta no oí ningún
- ruido, sólo escuché la conversación de
- mi padre con una voz quebrada por el
- llanto diciéndole a mi madre: ¡Vieja,
- no vino nadie, ni siquiera el menor de
- mi hijos está con nosotros!
- ¿Qué hemos hecho con nuestros hijos
- que ahora no quieren estar aquí, con
- nosotros? Con nosotros, con sus propios
- padres, en esta casa que construimos
- para ellos con todo nuestro amor,
- esfuerzo y trabajo ¿Por qué no nos
- pueden dedicar un día...
- Si nosotros les dedicamos toda
- nuestra vida.
- Se oía una onda tristeza en sus palabras,
- que no tuve valor ni siquiera para
- acercarme.
- Seguí oyendo a mi madre que le contestó
- con unas palabras que aún retumban en
- mis oídos ¡Viejo, no te preocupes!
- ¡Mira los padres tenemos que entender
- que sólo estaremos en el pensamiento
- de los hijos cuando están pequeños!
- Pero cuando crecen, ese pensamiento
- lo ocupan en otras cosas y personas
- como la escuela, sus tareas, la diversión,
- sus amigos, las fiestas y después en el
- noviazgo, el trabajo, la esposa, sus
- propios hijos.
- Sus ocupaciones y preocupaciones son
- otras...
- y nosotros no somos parte de ellas.
- Quédate tranquilo 'Viejo'...
- Lo que les dimos e hicimos fue por amor.
- ¿Tú crees que preferirían pasar la noche
- de fin de año con un par de viejos que ya
- no pueden bailar, que ya no tienen gracia
- para nada?, que se cansan de todo...
- ¡Anda, anímate...! ¡Mira, voy a poner los
- 10 platos sobre la mesa, y al que vaya
- llegando le iremos sirviendo!
- Sentí un nudo en la garganta enorme
- que no me dejaba respirar, me sentí tan
- desagradecido, tan mal hijo, tan
- avergonzado conmigo mismo,
- ¿cuánto tiempo le he dedicado a otras
- personas y actividades nada importantes
- comparadas
- con mis padres? ¿Cuántas veces he
- dejado de abrazarlos, besarlos y decirles
- cuanto los amo porque estoy tan
- ocupado?.
- Salí de donde estaba y abracé a mi
- padre y le pedí perdón,
- luego fui con mi madre, y le besé sus
- manos y me arrodillé, ella me acariciaba
- los cabellos mientras mi padre se secaba
- las lágrimas y dándome la mano me sentó
- a su derecha y dijo:
- ¡No es necesario que estén todos, uno solo
- representa a los demás. ‘ Vieja', sirve la
- cena! ...¡QUE MI FAMILIA HA LLEGADO!
- Hoy mis hijos no están conmigo y en mi
- mesa están los dos platos servidos, en
- cuanto llegue uno, tan solo uno,
- entonces mi familia habrá llegado.
- ¡Aprovechen a sus padres en vida!...
- ¡No los descuiden, que cuando no los
- tienes quisieras un solo minuto para
- poder...
- Abrazarlos y decirles cuanto los amas!
- Un día, cuando mis hijos estén crecidos
- lo suficiente para entender la lógica que
- motiva a los padres y a las madres, yo
- habré de decirles: “ Los amé lo suficiente
- como para haberles preguntado a dónde
- van, con quién van y a que hora
- regresarán.” Que tengas un feliz día
Mis viejitos. .uff_prohibido_llorar
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En este tu día, que es todos los días del año, te deseo los mejores éxitos, en tus actividades y proyectos, que sigas siendo un padre ejemplar como has sido hasta ahora y por siempre... disfrutando de tu familia que te ama.
. Hoy sólo quiero decirte, viejo del alma, que eres el ser que al más respeto y
admiro... por eso te pido con amor y
vehemencia, que más que padre... ¡Seas
mi amigo!.
A mi papá con todo mi amor. FELIZ DÍA DEL PADRE .
En este tu día, que es todos los días del año, te deseo los mejores éxitos, en tus actividades y proyectos, que sigas siendo un padre ejemplar como has sido hasta ahora y por siempre... disfrutando de tu familia que te ama.
. Hoy sólo quiero decirte, viejo del alma, que eres el ser que al más respeto y
admiro... por eso te pido con amor y
vehemencia, que más que padre... ¡Seas
mi amigo!.
A mi papá con todo mi amor. FELIZ DÍA DEL PADRE .
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